Los Vinos

Vendimia

Un invierno muy duro a los pies de la Cordillera de los Andes dio paso a una primavera soleada, lo que permitió que la brotación y la floración se desarrollaran con toda normalidad. El buen tiempo fue la norma durante el resto de la estación, con pocas precipitaciones y un mes de marzo con ausencia total de lluvias. Estas condiciones, características de la región de Mendoza, es decir, días soleados y secos y gran oscilación térmica entre el día y la noche, permitieron que las uvas maduraran con lentitud y sin interrupciones y que los taninos atenuaran su intensidad y preservaran así una frescura notable. El 25 de marzo de 2018 las temperaturas volvieron a caer en nuestro viñedo de altura, pero esta vez las parras toleraron bien el frío y el proceso de maduración siguió adelante sin problemas para convertirse en una de las mejores cosechas de la década.

Ubicación

Situada a los pies de la Cordillera de los Andes, Mendoza es reconocida como la mejor región vitivinícola de Argentina. Los viñedos crecen en mesetas entre 800 y 1200 metros sobre el nivel del mar, lo que los sitúa entre los más altos en el mundo. Mendoza es una región muy árida puesto que las montañas al oeste y la Pampa al este la protegen de las lluvias. Los vinos de Mendoza deben su carácter distintivo al clima excepcionalmente soleado en el que crecen sus viñedos y a la gran variación térmica que existe entre el día y la noche.

Terruño

En lengua quechua, amancaya es el nombre de una flor endémica a los Andes que crece en la región de Mendoza.
Las uvas provienen de parcelas seleccionadas de antiguos viñedos situados en Luján de Cuyo a las afueras de Mendoza, al igual que de Altamira, más hacia el sur. Luján se caracteriza por una gran diversidad de suelos que se explica por la distancia a la que se encuentran los viñedos de las montañas o del Río Mendoza. Los suelos son de origen aluvial y están compuestos por capas de arcilla, piedras y gravas. En Altamira los viñedos están plantados a 1000 metros sobre el nivel del mar, en el antiguo lecho aluvial del Río Tunuyán.

Elaboración del vino

Las uvas se cosechan a mano, luego se eligen cuidadosamente en mesas de selección y se despalillan para posteriormente colocarlas en cubas de acero inoxidable para su fermentación. Se realizan remontajes periódicos para una suave extracción de taninos. Luego de la fermentación maloláctica, un 50% de la mezcla se guarda en barricas de roble francés por un periodo de 12 meses en tanto que el 50% restante se coloca en cubas de concreto.

Degustación

Color rojo rubí profundo. Nariz compleja marcada por aromas de cacao, frutos rojos e higos adornados por capas de canela y un toque de humo.
En boca el vino exhibe seductores aromas de fruta negra y notas de madera muy bien integradas. Excelente equilibrio y excepcional frescura. Amancaya 2018 puede disfrutarse desde ya o en unos años más gracias a su excelente potencial de guarda.

Graduación

14.5

Grapes

Malbec : 70 %
Cabernet sauvignon : 30 %